Me metí en tu sitio,
tus cuatro paredes.
Escondí mis temblores
y caminé hacia vos...
Debí escuchar a mi cuerpo,
debí correr en dirección contraria.
Me pinchaste con tu certera aguja,
me dolió
me gusto
Me vi saboreando tu piel
y escupiéndote a la vez
Me comiste,
me devoraste
Quise irme
pero me dejaste sin poder moverme.
¿Contento?
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1 comentario:
Contento no, pero qué se le va a hacer. Me gustó el poema, la bronca contenida, el placer que destila.
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